Lecciones que hemos aprendido de la crisis, por Jordi Galí
¿Cómo valora el proceso de integración monetaria europeo?
«Antes de la crisis yo diría que había una percepción generalizada de que el euro, el proceso de integración monetaria europeo, había sido un éxito, un gran éxito. (...) A raíz de la crisis, esta visión idílica de lo que había sido este proceso, ha cambiado y ha cambiado porque nos damos cuenta de que la zona euro es más que una economía, es un conjunto de economías que son muy heterogéneas y que no necesariamente se comportan del mismo modo en todo momento.»
«Con la crisis, el Banco Central Europeo creo que ha respondido de forma apropiada, quizás más lenta de lo que tendría que haber sido a la hora de reducir los tipos de interés, sobre todo si lo comparamos con sus homólogos en otros países, pero globalmente yo creo que ha dado una respuesta apropiada; lo que pasa es que la política monetaria tiene sus limitaciones.»
«En el pasado, incluso en el contexto del sistema monetario europeo, en que los países mantenían tipos de cambio fijo pero ajustables, los desequilibrios que se han ido acumulando durante los años precedentes de la crisis tenían una solución relativamente fácil, que era una devaluación.»
«En circunstancias normales, cuando un país tiene un banco central propio y la política monetaria puede operar de forma normal, una reducción de salarios, por ejemplo, o una reducción de costes vía aumento de la productividad, llevaría eventualmente a una disminución de la inflación y a una respuesta del Banco Central en forma de reducción de los tipos de interés. (...) En las circunstancias actuales, no existe esta respuesta del Banco Central. Primero porque estos países de la periferia de la zona euro ya no tienen banco central propio, y el Banco Central Europeo nunca responderá. (...) En segundo lugar, incluso si tuvieran un banco central propio, como es el caso de los Estados Unidos, este ya tiene las manos atadas, ya no puede reducir los tipos de interés.»