Redactar un texto no es solo dominar la ortografía y la gramática: es concebir la redacción como un proceso en el que hay que tener en cuenta la situación comunicativa, el canal, el destinatario y el tono comunicativo que queremos transmitir para alcanzar los objetivos comunicativos deseados. Dentro de este proceso es imprescindible tener en cuenta el uso de un lenguaje no sexista e inclusivo, para el que damos una serie de estrategias con ejemplos de uso.